domingo, 14 de septiembre de 2008

Hay días, como el de hoy, de sol asomante y cielo celeste brillante, días de primavera inminente y calidez extranjera, en los que me tiro en la cama, me tapo hasta las orejas y espío desde allí por la ventana. De a ratos cierro los ojos y espero impaciente que las nubes lo cubran todo y siento con fuerza que así voy a encontrar todo cuando los abra. Espero que cuando vuelva a espiar la vida entera se vuelva digna de ser dormida. Pero no... ahí están otra vez el sol radiante y las lavandas que explotan en flor. Entonces sé que no tengo elección, que debo salir de la cama de un salto y echarme con el mismo movimiento sobre el pastito que no tengo en casa y dejar que el sol empiece a entibiarme con calidez de patio de hogar en primavera plena.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Tengo un secreto escondido en el centro de mi mano, entre la línea del corazón y la de la vida, justo en el punto donde se juntan la de la cabeza y la del destino. Tiene la misma cantidad de palabras que me faltan para contártelo y es tan grande como la distancia que hay entre una y otra de las comisuras de tus labios.
Estaba por contártelo justo cuando doblaste la esquina, justo cuando empecé a perderte entre la gente.
Yo estaba por decirte en ese momento que dejaras de marcarme el camino con las migajas de besos que se te iban cayendo,con los pétalos de abrazos que se desprendían secos de tus brazos, que yo sabía ahora llegar hasta vos, que yo podía, para contarte mi secreto.

factor nostalgia


y escuchabamos caer

sobre los techos de zinc

lluvias de otoño en abril