Escondida detrás del pensamiento
juega al gato y al ratón
asomando por entre cientos de máscaras
de miles de colores.
Las máscaras se miran
tratan de adivinarse.
Está desnuda delante de un espejo
que refleja y refracta
algo se pierde en la refracción
algo no vuelve
y, lo que el reflejo devuelve,
no alcanza.
Está otra vez allí
escondida en una imágen
vuelve a colocarse la máscara,
descolorida ahora.
No tiene a quién mirar
no adivina a nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario